miércoles, 28 de mayo de 2014

Tu deseo

Sí jamás lo hubieses deseado...
Sí jamás hubieses decidido dejar de existir...
Sí siquiera... me hubieses dejado algo, un qué, un recuerdo.

Sí jamás lo hubieses dejado, sí no te hubieses rendido...
Sí no me hubieses dejado solo con lo que más aborrezco...

Yo no estaría aquí, intentando desahogarme con palabras vacías.
No estaría incompleto, buscando lo que nunca he aprendido a buscar.
Me ahorraría las discusiones melodramáticas contigo.
No sentirías mis reproches ni eludirías mis  murmullos desesperados.

Gastaría mi mente imaginando fantasías idolatradas,
no comería mi cabeza con rostros ajenos,
soñaría con riquezas de mundanos y no con alientos olvidados.
Pasaría todas mis noches en el dedo de Morfeo,
y no con la luna bajo la sombra de su luz nostálgica y melancólica.

Mi sentir no estaría fuera de sí,
el mundo no me excluiría, él sabía que pude haber encajado.
Mi cabeza no estaría hecha un rompecabezas sin la existencia de piezas.
Mis memorias no se abatirían entre una búsqueda y la realidad.

La amargura de mi alma no ahogaría los propósitos del presente.

Seguiría una vida sin estar ciego,
yendo por un camino arreglado,
por un camino con destino.
Sabría por dónde ir y hacía donde correr.

No me sentiría infalible.
No buscaría una vida.
No pretendería un beso.
No buscaría un aliento.
No esperaría un abrazo ni un alma escapándose en él.
No anhelaría un 'algo'  que cohesionase conmigo.

Tendría todos mis lamentos encerrados en suspiros ávidos.
Tendría cada pieza de mi cuerpo enloquecida en tu alba.
Tendría tu recuerdo.
Te tendría a ti, escudriñando en la puerta que nunca abrí,
tendría parcialmente lo que alguna vez estuvo.

Pero... Ya no existes, jamás lo hiciste...

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